


Con 337 millones de metros cúbicos de precipitación, “casi el doble del promedio histórico”, el mes que ayer concluyó se convirtió en el junio más lluvioso en la capital en los últimos 57 años, desde 1968.
Durante la presentación de los 100 puntos de Acupuntura Hídrica, programa de aprovechamiento del agua pluvial, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina, subrayó que “[durante junio] hemos recibido 337 millones de metros cúbicos de agua, casi el doble del promedio histórico”.
- El Dato: la alerta Púrpura que el GCDMX activó el domingo por las lluvias es la más alta en el sistema de la SGIRPC y se activa sólo cuando se esperan lluvias mayores a 70 mm.
Para dimensionar la cantidad de lluvia, la capacidad de la presa de Valle de Bravo, en el Estado de México, es de 394 millones de metros cúbicos de agua. Durante junio pasado el volumen de esta presa, que forma parte del Sistema Cutzamala, fue, en promedio, de 244 millones de metros cúbicos.
Es decir, el agua que dejaron las lluvias en la Ciudad de México durante ese mes equivale a que el agua de la presa de Valle de Bravo hubiese caído en la capital. Y un poco más.
Además, la tormenta que cayó el domingo pasado fue la más grande en dos décadas, con una precipitación de 106 milímetros (mm), situación que activó la alerta púrpura, la máxima posible para la capital mexicana.
A inicios de mes, el 2 de junio, la CDMX sufrió una de las lluvias más atípicas que dejó 10 millones de metros cúbicos de agua, equivalentes a la capacidad de la presa Madín.
Sin embargo, la del fin de semana anterior superó con creces la lluvia de principios de junio. Al hacer referencia a esta última, el secretario de Gestión Integral del Agua, José Mario Esparza Hernández, indicó que el pasado domingo 29 de junio las tormentas dejaron 38 millones de metros cúbicos de agua.
“Ya no podemos decir que son lluvias atípicas, ahora ya es la cotidianidad. Ahora estamos sufriendo prácticamente todos los días”, comentó.
“Esto tiene que ver con el cambio climático, pero también con algo más profundo: la relación desequilibrada con el agua en esta ciudad”, agregó Brugada, como explicación de este fenómeno.
Más temprano, en la conferencia mañanera, Brugada señaló que la cantidad de lluvia como la que cayó el domingo únicamente ha ocurrido seis veces en dos décadas, y aseguró que continuarán las obras de bacheo, las cuales ya van avanzadas en más de 80 por ciento.
“El cambio climático representa que cada vez es más extremo el tiempo. En la temporada de lluvia hay días con mucha lluvia, y en la temporada de estiaje, sequías más provocadas”, comentó José Mario Esparza.
BASURA, OTRO PROBLEMA. Otro factor causante de las afectaciones por las lluvias es la gestión de la basura en la Ciudad de México. Tras las lluvias del domingo, se desbordó la presa San Francisco, también conocida como “Becerra”, y se presentó un aumento del nivel de agua de la presa Tacubaya, ambas en la alcaldía Álvaro Obregón.
“A pesar de que unos días atrás comenzó una limpieza total en estas presas, siguen con la misma cantidad de basura. Tenemos que evitar arrojar basura en los cuerpos de agua”, explicó Myriam Urzúa, secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil local, durante el programa “Al Mediodía con Solórzano”, conducido por el periodista Javier Solórzano.
La nueva normalidad climática en la Ciudad de México anunciada por la Jefa de Gobierno genera alarmas para el resto de la temporada de lluvias, la cual empezó el 15 de mayo y terminará el 15 de octubre.
“Apenas estamos empezando. Las mayores lluvias se dan generalmente en agosto y septiembre. Tenemos que ver cómo se van a comportar los siguientes meses”, comentó al respecto Myriam Urzúa.
De acuerdo con datos históricos del Observatorio Tacubaya, estación meteorológica representativa de la Ciudad de México, el día más lluvioso de la capital es el 2 de julio.
El programa de Acupuntura Hídrica, que ayer fue presentado, consiste en la construcción de 100 puntos de infiltración de agua de lluvia. La iniciativa arrancó en la colonia Ampliación Emiliano Zapata, en el oriente de la alcaldía Iztapalapa, una zona que sufre constantemente de escasez de agua potable y, en temporada de lluvias, de las que más se inundan en la CDMX.
“La acupuntura es poner agujas en puntos del cuerpo donde hay desequilibrios. Acupuntura hídrica es pensar que el cuerpo de la ciudad tiene desequilibrios y, entonces, vamos a intervenir en muchos puntos para infiltrar millones de litros de agua para hidratar nuestro manto acuífero”, explicó Clara Brugada sobre el nombre del programa.