MÉXICO
Con el plan de tres fases para reabrir la economía y las actividades sociales en México frente al covid-19 se busca que el país no enfrente una crisis de atención de contagiados, como sucedió en España, Italia o en la ciudad de Nueva York, donde los servicios sanitarios quedaron rebasados, afirmó Arturo Herrera, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Con David Páramo en Imagen Multicast, el funcionario destacó que el gobierno mexicano ha manejado muy bien la crisis sanitaria gracias a los errores detectados en el manejo de la situación en países de Europa y en Estados Unidos, esfuerzo en el que, dijo, se ha puesto a la salud de la población al frente y se han diseñado otras medidas para mitigar los efectos de la economía, además de aquellos para relanzar el crecimiento, una vez la economía esté abierta.
Eso es a la dirección a la que apunta los anuncios que se realizaron el día de ayer cuando nosotros decíamos que teníamos tres fases específicas. La fase, donde estamos atendiendo la parte fuerte de la pandemia, nos estamos concentrando en los temas de salud. La segunda fase, donde estamos tratando de mitigar los efectos económicos de la lucha contra la pandemia y la tercera, es como nos estamos preparando para el relanzamiento de la economía, una vez que la economía se reabra”, agregó.
Señaló que el plan de reapertura privilegió a tres sectores específicos como es en primer lugar, el de las autopartes que fortalecerá la reinserción de México con las economías de de Estados Unidos y la de Canadá, en función del nuevo Tratado comercial de Norteamérica.
Precisó que la fecha de apertura de las industrias en México, que proveen insumos en Estados Unidos, con los protocolos sanitarios, debe ajustarse al de la Unión Americana, ya que de lo contrario, el sector perderá grandes oportunidades en aquel país, que al final, dijo, buscará otros mercados para hacerse de los insumos que requiere su industria.
Es decir, esa industria va a seguir el ritmo de la curva epidemiológica de Estados Unidos y no la de México. Y si no lo hacemos a lo mejor esas oportunidades se van a perder porque van a buscar otros proveedores. No nos podemos dar ese lujo. Vamos a tener que reabrir de manera muy cauta y paulatina tomando medidas de salud en el trabajo muy precisas, pero hay que hacerlo”, apuntó.
Arturo Herrera explicó que la construcción y la minería son otros de los sectores claves previstos para su reapertura, y que servirán para reactivar el crecimiento y las actividades sociales, pese a que el primero venía desacelerándose desde el año 2019.
Esos tres sectores en los que anunciamos se va a empezar a abrir la economía empiezan a apuntar en alguna manera a la dirección, también reconocen que no podemos seguir esperando que la pandemia se desarrolle de forma natural. Que tenemos que tomar medidas muy cautas, precisas, quirúrgicas, de pasos de apertura en la economía y en la sociedad”, agregó.
El secretario de Hacienda consideró que el proceso de reapertura de la actividad económica y social en México debe ser coordinada con todos los gobernadores debido a que la pandemia pegó de manera asimétrica y por olas, que primera llegaron a Cancún y Tijuana, con más lentitud a Tlaxcala y Jalisco, y en sitios como la Ciudad de México, donde el fenómeno ya se alcanzó un pico de contagios y picos de “utilidad” en atención y en hospitalizaciones.
El país, en su conjunto, no está atendiendo una crisis de salud en todo el país al mismo tiempo e incluso puede mover recursos, médicos y equipo entre los estados porque puede haber diferencias entre los estados que pasaron antes y pasaron después. Pero, plantea una complejidad que es el país se va a tener que abrir a pedacitos y tomándole el pulso de manera muy cercana a lo que está pasando a nivel local y por eso, vamos a tener una coordinación muy estrecha con los gobernadores”, indicó.
Sobre si Hacienda ha estado ausente frente a la crisis sanitaria, Arturo Herrera resaltó que la dependencia ha acompañado en todo momento al personal médico que arriesga su vida “en la primera línea de defensa de la pandemia” y por entretelones, ha diseñado medidas regulatorias, crediticias y presupuestales para mitigar los efectos en la economía causados por el covid-19.
El cambio que hicimos en la regla contable de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) para que permitiera reestructurar créditos ha permitido que al día de ayer se hayan reestructurado tres millones de créditos. Los programas de microcréditos que vimos para la parte formal como para la informal, se han traducido a que al día de ayer, hubiéramos dado ya 600 mil créditos por 6 mil millones de pesos. Si estamos operando por en mucho, entretelones”, aseguró.
Aclaró que Hacienda mantiene contactos permanentes con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), el Consejo Mexicano de Negocios (CMN), así como con bancos y aseguradoras, con el fin de servir como “puente» durante estos tiempos complejos.
Dijo que Hacienda trabaja para aterrizar medidas anunciadas en semanas previas por Banco de México (Banxico) para que los programas de liquidez se puedan apalancar con un programa de garantías de la banca de desarrollo y esas medidas no pierdan fuerza.
El funcionario señaló que el país no cuenta con una política contracíclica estructurada frente a pandemias como el covid-19, aunque señaló que el país se está endeudado de forma no deliberada debido a que 30 por ciento de la deuda está en dólares, euros o yenes.
El país tiene una deuda de poco más de 11 billones de pesos que está fundamentalmente en pesos, eso es sumamente importante, porque ante choques externos no cambia, pero fundamentalmente no quiere decir que es la totalidad en pesos. Hay casi el 30% de la deuda que está en dólares, en euros y en yenes”, dijo.
Insistió en que por ello, el gobierno federal debe ser muy disciplinado en materia de endeudamiento interno que pasó de 45 por ciento del PIB a 48 por ciento por la depreciación de 25 por ciento de la deuda en dólares por la depreciación del peso que pasó de 18 a 24 pesos.
Es muy distinto para un país como Estados Unidos, que se endeuda en su propia moneda y a tasas del cero por ciento. Los márgenes de maniobra son de dimensiones completamente distintas, pero hay que entender que no necesariamente es una obsesión. El presidente ha sido muy claro que nadie está obligado a la imposible y que vamos a tener que ir evaluando las cosas en la medida en que este proceso vaya evolucionando”, precisó.