La madrugada de este jueves salieron al menos 2 mil 500 migrantes del municipio de Tapachula, Chiapas en una nueva caravana rumbo al norte del país, a días de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump rinda posesión al cargo e inicie restricciones hacia los extranjeros irregulares.
Lo sorpresivo de este éxodo, es que se unieron familias indígenas de Guatemala que fueron desplazadas de sus comunidades por la violencia que también se vive en ese país centroamericano. “Hay gente de Ecuador, Colombia y Venezuela, pero es muy triste lo que vimos con la gente indígena de Guatemala, pues las mujeres son desplazadas y están dispuestas a huir y caminar hasta donde vaya la caravana”, destacó Luis García Villagrán, vocero de la caravana.
Señaló que se trata de dos mujeres, dos menores de edad y un hombre adulto, que no cuentan con recursos para seguir su camino, y solo llevan una muda de ropa extra para cubrirse de las inclemencias del tiempo.
“Ahorita ya legaron todos a Huehuetán, y el objetivo de la mayoría de los migrantes es llegar hasta el norte del país, mientras que los indígenas de Guatemala van hasta la Ciudad de México para intentar quedarse o pedir apoyo a las autoridades, pues no tienen el objetivo de cruzar hacia Estados Unido», expuso.
Indicó que, a pesar de que los migrantes no llevan tanto dinero, ellos en su caso, no cuentan “ni con teléfono” o contactos, e incluso, hablan español a medias ya que son de la región Quechua.
El activista destacó que el éxodo avanzará mañana hacia Huixtla y tratará de avanzar lo más rápido posible hacia la salida de Chiapas, debido a que los operativos de la Guardia Nacional (GN) y del Instituto Nacional de Migración (INM) cada vez están más fortalecidos.