Los equipos de los Pelicans de Nueva Orleans y los Jazz de Utah han conversado sobre un plan conjunto de protesta durante la interpretación del himno nacional que se escuche antes que de comienzo el partido el jueves por la noche, que será el primero en el reinicio de la temporada regular.
Los jugadores de ambos equipos quieren rodear la señalización de Black Lives Matter en la cancha del recinto Wide World of Sports y arrodillarse juntos durante la ejecución del himno nacional.
En lugar de hacer que dos grupos protesten por separado, los Pelicans y los Jazz insisten en que quieren mostrar un frente unido, dijeron fuentes cercanas a la liga.
Se espera que los entrenadores se unan a los jugadores en la manifestación de protesta contra la discriminación racial, la injusticia social y la brutalidad policial.
No se espera que los directivos de la liga hagan cumplir una política de himnos nacionales de 1981 que dice que «los jugadores y entrenadores deben pararse y alinearse en una postura digna a lo largo de la línea lateral o en la línea de falta».
Incluso antes de viajar a Orlando, donde la NBA ha montado la burbuja contra el coronavirus, los jugadores insistieron en que no querían disputar partidos para distraerse de la lucha por la justicia social que se ha vuelto más fuerte a raíz de la muerte del hombre negro George Floyd, el pasado 25 de mayo.
Desde su llegada a la «burbuja», los jugadores han utilizado la disponibilidad de medios virtuales para pedir justicia a las víctimas de la brutalidad y el racismo policial y alentar a los aficionados a que hagan valer su voto en las próximas elecciones.
También se espera que otros equipos protesten durante la interpretación del himno nacional.