El estado de Nuevo León, que comenzó la desescalada antes que el resto de México, vive ahora una nueva normalidad teñida de rebrotes y una saturación hospitalaria cercana al 75%, siendo el nivel más elevado del país.
mil 461 personas están hospitalizadas a causa de la COVID-19 en Nuevo León, estado que reporta 34 mil 294 contagios y mil 246 defunciones, según las cifras del gobierno estatal al 3 de agosto.
Afuera del Hospital 17 del IMSS, en la capital Monterrey que suma nueve mil 200 positivos, se respira tensión y la angustia de familias que esperan resultados sobre la evolución de su ser querido.
En el edificio de cuatro pisos hay cerca de 50 pacientes internados en cada uno y más de 50 están en camillas o en sillas, compartió un enfermero que prefirió mantener su anonimato.
Según datos de la Secretaría de Salud federal, Nuevo León es el primer estado con mayor ocupación hospitalaria tanto para camas generales -el 75 %- como para camas con ventilador (para enfermos críticos), con el 69%.
La reactivación económica se dio cuando había dos mil 898 casos y 116 fallecidos por coronavirus, y estas cifras han crecido en hasta 10 veces en los últimos dos meses, aunque las autoridades atribuyen a la propia ciudadanía parte del problema.
«Los hospitales se están saturando, nuestro personal está cansado y enojado porque la sociedad no nos ayuda», expresó recientemente en rueda de prensa el secretario de Salud de Nuevo León, Manuel de la O.