MÉXICO
La crisis sanitaria por el Covid-19 es aprovechada por traficantes ilegales de especies para promover la caza furtiva y ofrecer supuestas curas a la enfermedad hechas con productos animales, por lo que se necesita una fuerte legislación y cooperación entre países para detener esta actividad ilícita, advirtió un nuevo estudio de la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés).
El Informe Mundial sobre Delitos contra la Vida Silvestre 2020, señala que, sin interferencia humana a través de la captura, sacrificio, venta, tráfico, comercio y consumo de vida silvestre, la evolución y transmisión de la nueva cepa del Coronavirus «habría sido altamente improbable».
Destaca que las enfermedades zoonóticas representan hasta el 75 por ciento de todas las enfermedades infecciosas emergentes e incluyen el SARS-CoV-2, que causó la pandemia actual.
En el caso específico de los pangolines, especie identificada como una fuente potencial de la enfermedad, siguen siendo los mamíferos más traficados en el mundo, que son cazados por su carne y escamas, que se utilizan con supuestos fines medicinales. Tan sólo en 2019, se aseguraron más de 20 mil ejemplares vivos en Singapur provenientes de África.
Entre los animales, las partes de los elefantes ocupan el segundo lugar de especies más traficadas con el 33.1 por ciento, seguidos por los rinocerontes con el 5.5 por ciento y los reptiles 4.3 por ciento.
Entre 2009 y 2013, la especie arbórea más cotizada fue el palo de rosa (40.7 por ciento de las incautaciones), cuya madera procedente de las zonas subtropicales de África, América y Asia, es muy codiciada en el mercado negro.
MÉXICO
En el caso específico de nuestro país, el informe de la UNODC, establece que si bien la participación del crimen organizado transnacional en la pesca ilegal es difícil de cuantificar, existe evidencia de que sofisticadas redes de tráfico ilegal capturan el pez Totoaba, el abulón y los pepinos de mar, entre otras especies.
Precisamente sobre el pepino de mar, puso como ejemplo que en marzo de 2018, una empresa de Arizona y dos de sus ejecutivos se declararon culpables de tráfico ilegal de pepino de mar proveniente de México, por un valor de 17 millones de dólares.
El reporte también se refiere al Mercado de Sonora y el Mercado de Peces de San Lázaro, donde se pueden conseguir reptiles ilegales, escondidos en la parte trasera de los locales.
«Para evadir la aplicación de la ley, algunos traficantes sugieren a los compradores que regresen el fin de semana porque hay menos policías», detalló.