En cuanto los 49’ers de San Francisco llegaron a su casa temporal en Arizona, su entrenador Kyle Shanahan se reunió con varios jugadores y les pidió que se cuidaran entre sí.
Tan importante como la práctica, los planes de juego y los preparativos para un equipo que aspira a los Playoffs, es el bienestar mental de los jugadores de San Francisco, considera Shanahan. Dejarán de ver a sus familias al menos por tres semanas, luego de que los protocolos de COVID-19 se endurecieron en el condado donde juegan.
“Simplemente les digo a todos que, sin importar lo que pase, cuando alguien tenga un problema, ninguno debe considerarse demasiado grande ni demasiado pequeño”, explicó Shanahan. “Muchos chicos tienen estas cosas en su interior. Yo reuní a unos 20 la noche anterior y simplemente les pedí que busquen esto. Que entiendan que así es la naturaleza humana. Van a sentir algunas cosas en las próximas tres semanas y no hay que ignorarlas.
“Siempre llamo la atención sobre esto, porque la peor cosa de estar en estas situaciones es sentirse solo en una isla. Tenemos un grupo de trabajo, así que debemos unirnos y asegurarnos de que nos ayudamos a superar esto”.
El coach dijo que el equipo no se siente como una víctima en este momento, pero entiende que enfrenta un reto. Los Niners se enteraron la semana pasada de que no podrían jugar en su ciudad, justo cuando abordaban un vuelo a Los Ángeles para medirse con los Rams.
El condado de Santa Clara anunció los nuevos protocolos que, en esencia, cierran las instalaciones del equipo. La medida tomó por sorpresa a los jugadores y entrenadores.
Los 49’ers (5-6) dieron la sorpresa al vencer 23-20 a los Rams, para seguir en la lucha por un boleto de postemporada. Regresaron al área de la Bahía de San Francisco e integraron el plan para entrenar y disputar sus próximos dos duelos como anfitriones nominales en el estadio de los Cardinals.