


Brian Wilson, legendario cantante, compositor y cofundador de The Beach Boys, murió a los 82 años. La noticia fue confirmada por su familia a través de un comunicado publicado este miércoles 11 de junio, donde pidieron privacidad en el luto.
“Estamos desconsolados al anunciar que nuestro amado padre Brian Wilson ha fallecido. No tenemos palabras en este momento. Por favor respeten nuestra privacidad mientras estamos de duelo. Sabemos que compartimos este dolor con el mundo. Love & Mercy”, escribieron sus seres queridos.
Aunque no se ha revelado oficialmente la causa de su muerte, desde 2024 se sabía que Wilson padecía demencia. Su estado de salud llevó a que ese año un tribunal de California aprobara una tutela legal para su cuidado, luego del fallecimiento de su esposa, Melinda Ledbetter Wilson.
Según documentos judiciales citados por Far Out Magazine, el músico “no tenía la capacidad para dar consentimiento informado sobre la administración de medicamentos apropiados para el tratamiento de trastornos neurocognitivos mayores (incluyendo demencia)”.
El juez del Tribunal Superior Gus T. May nombró como co-tutores a Jean Sievers, publicista de larga data de Wilson, y a su mánager LeeAnn Hard.
La tutela fue solicitada por la familia poco después de la muerte de Melinda, quien había sido un apoyo emocional clave durante casi tres décadas.
Wilson y Ledbetter se casaron en 1995, y ella fue, según palabras del propio artista, “más que mi esposa. Fue mi salvadora. Me dio la seguridad emocional que necesitaba para tener una carrera. Me animó a hacer la música que estaba más cerca de mi corazón. Fue mi ancla”.
Un genio atribulado
Wilson lidiaba con trastornos mentales desde los años 60. Sufrió múltiples colapsos nerviosos, el primero en 1964 durante un vuelo entre Los Ángeles y Houston, que lo llevó a abandonar las presentaciones en vivo con los Beach Boys.
Durante años fue mal diagnosticado con esquizofrenia paranoide, hasta que se corrigió el diagnóstico a trastorno bipolar. También luchó contra el abuso de drogas, alcohol, y vivió una de las relaciones más tóxicas de la historia de la música con el terapeuta Eugene Landy, quien controló su vida durante más de una década.
En palabras de Variety, su historia personal “descendió en una oscuridad digna de una novela de Raymond Chandler”. Su padre, Murry Wilson, lo sometió a abusos emocionales y físicos desde temprana edad, aunque también fue quien lo animó a desarrollar su oído musical.