Adolfo Ríos trata de liberarse. Aún así, escucha el barullo de la golpiza en el estadio La Corregidora mezclado con los recuerdos que no ha podido ordenar, es cuando se le revela por un instante en su mirada una sombra de melancolía.
Cuando vi a dos personas corriendo en el foso, que no tiene ninguna salida, me decido a brincar del palco. Eran del Atlas y ya estaban ensangrentados, pidiendo clemencia con las manos mientras otros saltaban para cerrarles el camino y golpearlos. Es cuando enfrento a los agresores al gritarles que era directivo de Gallos y que se calmaran, por fortuna me reconocieron y los dejaron en paz”.
La gente del Atlas se le acercaba para que los protegiera. esto pasó detrás de las bancas y él ayudó a que salieran en camilla rumbo al hospital a donde incluso fue a visitarlos en los días posteriores.
Cuenta Ríos, quien era el director general de Gallos de Querétaro, actualmente inhabilitado cinco años de cualquier cargo directivo por este suceso, que no ha podido dormir desde hace una semana.
Sabe que todos estos contratiempos tienen un trasfondo y espera las averiguaciones, porque aclara que la porra de Gallos, liderada por Amilcar Rafael, no tenía ayuda de la directiva. “Conocía al líder y a varios miembros de la porra, tal es así que en ningún video aparecen, el 90 por ciento de ellos estaban en la parte superior, si no, otra cosa peor hubiera pasado”.
Por lo tanto, los hechos como sucedieron no dejan de ser un latigazo de extrañeza, porque nunca antes había visto tal comportamiento en un estadio.
La primera bronca fue en la cabecera sur, posterior, se arma otra gresca en la esquina de la cabecera norte con gente de Gallos y en tres minutos explotó todo, eso es lo que me parece más extraño, que en un breve tiempo hubiera tal coordinación para producir el caos”.
En cierta medida trata de desmarcarse de este episodio al recalcar que su trabajo constaba en lo deportivo y no en lo operativo del club. Tres días antes, con protección civil se acordó que no habría policías al interior del estadio, sólo elementos de seguridad privada y la mañana antes del partido, hubo otra reunión con representantes de la Femexfut que avalaron tanto el número de vigilantes como los protocolos