Las autoridades consideran que la actriz Naya Rivera, de origen puertorriqueño y una de las caras más reconocidas de la serie «Glee», murió ahogada en un lago al norte de Los Ángeles, después de llevar a cabo labores de búsqueda durante 24 horas sin éxito.
En una rueda de prensa, un portavoz del sheriff del condado de Ventura explicó que los equipos de salvamento trabajan con la hipótesis de un ahogamiento aunque aún no han conseguido localizar el cuerpo de la actriz, que alquiló un barco recreativo con su hijo de 4 años en la tarde del miércoles y no regresó.
«Alquilaron la embarcación en torno a la 13.00 (hora local) por tres horas y cuando a las 16:30 no regresó los empleados fueron a buscarla, ahí es cuando recibimos la primera llamada de emergencia», detalló el sargento Kevin Donoghue.
Los pasajeros de un segundo bote encontraron solo, dormido e ileso con un chaleco salvavidas al menor, quien explicó a los policías que fue a nadar con su madre, de 33 años, «pero ella nunca logró salir del agua».
Las cámaras de seguridad del Lago Piru, una reserva de 500 hectáreas, grabaron el momento en el que madre e hijo salieron en la embarcación, algo que habían hecho con anterioridad.
Según Donoghue la natación está permitida en el lugar, que no concentra muchos de los peligros de las aguas abiertas, pero «a veces el agua llega a estar muy fría y pueden darse elementos de hipotermia», aunque aclaró que desconoce si forman parte de este caso.
El lago en el que Rivera desapareció está en el Bosque Nacional Los Padres, una popular zona recreativa a 90 kilómetros de Los Ángeles a la que acuden numerosos visitantes para navegar, hacer deportes acuáticos y organizar acampadas.