El nominado por Donald Trump como “zar fronterizo”, Tom Homan, visitó los límites entre Estados Unidos y México en Texas a menos de dos meses de la investidura del magnate que prometió realizar la “mayor deportación masiva en la historia de la nación”.
En su primer mensaje en el recorrido por Eagle Pass, junto al gobernador, Greg Abbott, reiteró que sí “habrá una deportación masiva”, pues el gabinete del republicano afina los planes para poner fin a esta crisis.
Y el exdirector interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) añadió ante la prensa que siguen adelantando todo para implementar cambios desde el día 1 como prometió el exmandatario al sostener que “no vamos a esperar hasta enero”, de acuerdo con medios como CBS, con miras a frenar las olas migratorias o invasiones a través de la frontera, a días de que esa entidad le ofreciera un terreno de más de 550 hectáreas para construir instalaciones para retener a los ilegales y posteriormente devolverlos a sus países de origen.
En este recorrido Tom Homan refrendó su disposición de reforzar Texas al declarar abiertamente que ayudará al gobernador también antiinmigrante para “terminar el trabajo”, pues Abbott ha recurrido a medidas polémicas como reanudar la construcción del muro, colocar boyas en el río Grande e instalar alambre de púas en la zona para impedir más irrupciones ilegales. El elegido para liderar esta apuesta contra la migración también dialogó con efectivos de la Guardia Nacional y agentes del Departamento de Seguridad Nacional durante una ceremonia con motivo del Día de Acción de Gracias, quienes reforzarán tales acciones, mientras que Abbott publicó en sus redes sociales que su administración sigue reforzando la alambrada en la zona al justificar que con ello se protege a la población.
Cabe destacar que el inminente “zar de la frontera” lanzó una advertencia a gobernadores y líderes que no respaldarán la estrategia anti migratoria de Donald Trump. Según una publicación de ABC News habló directamente ante las cámaras contra el alcalde de Denver, en Colorado, Mike Johnston, quien abiertamente se opone a estas expulsiones polémicas, al refrendar que, así como éste se dijo dispuesto a ir a la cárcel él lo está para mandarlo tras obstaculizar un proyecto federal y adelantar que podría ser acusado no sólo por interferir sino proteger deliberadamente a un extranjero irregular.