Una compañía de cruceros noruega ordenó mantener en puerto a todos sus barcos luego que un brote de coronavirus en uno de los navíos enfermó a por lo menos cinco pasajeros y 36 tripulantes.
Las autoridades además temen que los pasajeros contagiaron a habitantes de las varias aldeas de la costa en las que estuvieron.
Lo ocurrido en el MS Roald Amundsen despierta nuevas inquietudes sobre la situación de los cruceros en medio de una pandemia que obligó a muchas empresas del sector a cesar actividades abruptamente en marzo.
La empresa Hurtigruten fue una de las primeras en reanudar los viajes durante la pandemia, lanzando barcos desde Noruega hasta el norte de Alemania en junio con un solo barco, y luego agregando otros en julio al archipiélago ártico de Svalbard.
Las 41 personas enfermas del MS Roald Amundsen han sido llevadas al Hospital Universitario del Norte de Noruega en Tromsoe, al norte del Círculo Ártico, donde el buque está anclado.
Añadió que la empresa «está actualmente en el proceso de una reevaluación total de nuestros procedimientos».
La empresa ha contactado a todos los pasajeros que estuvieron en los viajes realizados entre el 17 y el 24 de julio, y entre el 25 y el 31, desde Bergen hacia Svalbard, célebre por sus osos polares. En el primer viaje el barco tuvo 209 pasajeros y 178 en el segundo.
Sin embargo, debido a que los barcos de la compañía a veces son usados como ferris entre los poblados de la costa de Noruega, es posible que el virus haya incursionados en esas localidades. Algunos pasajeros que desembarcaron en la ruta podrían haber propagado la enfermedad entre la comunidad a su alrededor.