La película Megalópolis de Francis Ford Coppola provocó la primera gran controversia de la edición 77 del Festival de Cannes, al polarizar a los invitados, periodistas y críticos cinematográficos que tuvieron la oportunidad de verla en las primeras proyecciones oficiales del certamen galo, en donde compite por la Palma de Oro.
Los comentarios más negativos acusan a la producción de 120 millones de dólares de “excesiva y pretenciosa”, mientras que sus defensores más leales celebran la ambición del cineasta de 85 años al tiempo que aplauden la crítica que realiza al sistema y a la sociedad estadunidense.
Es un testamento vital de un grandísimo director que nos dice que el imperio está corrupto y el imperio está cayendo. El resultado cinematográfico no tiene nada que ver con el mensaje, son dos caminos distintos. Y el mensaje hay que ir a escucharlo”, comentó a Excélsior David Martos, director del sitio español Kinótico.
Esta cinta es un monumental fallo lleno de virtuosismo. Es una película excesiva en la producción, que no tiene trama y que es más una declaración política que una película, pero que al mismo tiempo es una película imprescindible de este año”.
El crítico Richard Lawson de la revista Variety aseguró que la nueva cinta del director de El padrino y Apocalipsis ahora es un “proyecto pasional que ha salido terriblemente mal”.
La ambición de Coppola es admirable, al igual que su tenaz empeño en hacer algo a su manera, pero el resultado final de todo ese trabajo es un desastre casi absoluto”, señala el especialista.
Se trata de la más chatarrera de las películas chatarra, un batiburrillo de las muchas y dispares inspiraciones de Coppola”, añade el crítico, quien asegura que lo que menos hubiera querido es escribir una mala reseña sobre el mítico realizador.
Amir Kaminer del Yedioth Ahronoth, el periódico en lengua hebrea con mayor circulación en Israel, lamenta tener solamente malos comentarios para la más reciente película de uno de sus héroes cinematográficos.
Coppola es uno de mis héroes y esperé por muchos años esta película, por eso me siento tan decepcionado por lo que acabo de ver, es muy triste.
No puedo creer que esté diciendo tantas cosas malas de Coppola porque en realidad lo adoro, pero no es su mejor trabajo y quizá está película jamás debió hacer. Debió haberse quedado como un sueño que nunca debió haber sido filmado”.
Lo que sí fue una auténtica delicia, fue la alfombra roja de Megalópolis, que reunió a su elenco conformado por Adam Driver, Giancarlo Esposito, Aubrey Plaza y Laurence Fishburne, y nos regaló unos instantes memorables de Francis Ford Coppola llegando al Palacio de los Festivales y agradeciendo el cariño de los presentes con caravanas adornadas con su sombrero panameño.
Con un costo cercano a los 120 millones de dólares, Megalópolis es uno de los proyectos más ambiciosos de la carrera de Francis Ford Coppola, quien autofinanció el proyecto con la intención de recuperar su inversión con la venta del largometraje, lo cual hasta este momento no ha conseguido.
Protagonizada por Adam Driver, Giancarlo Esposito, Nathalie Emmanuel, Aubrey Plaza, Shia LaBeouf, Lawrence Fishburne y Jason Schwartzman (sobrino de Coppola), la cinta es una fábula épica romana ambientada en futuro distópico en el que los mundos de César Catilina (Adam Driver), un genio artista que busca saltar hacia un futuro utópico e idealista, y su opositor, el alcalde Franklyn Cicero (Giancarlo Esposito), colapsarán irremediablemente.
Previamente a la proyección de Megalópolis en el Gran Teatro Lumière, Francis Ford Coppola y todo el equipo de la cinta desfiló por la alfombra roja para regalarnos algunas de las imágenes que pasarán a la historia en esta edición del certamen galo.