El comediante quien participó en el programa ‘Ándale’ y ´Pácatelas’ junto a Paco Stanley y Mario Bezares habló, y habló fuerte sobre sus adicciones
El comediante Benito Castro se sinceró y reveló detalles de su amistad con el fallecido humorista, Paco Stanley luego de 21 años de su muerte.
Durante una entrevista con Gustavo Adolfo Infante en su programa ‘El minuto que cambió mi destino’, el también actor de 73 años aceptó públicamente el consumo de drogas y de alcohol en exceso, asimismo habló de lo que vivió durante las investigaciones de la Procuraduría de Justicia tras el asesinato de su entrañable amigo.
“Al ver la tele veo a Patricia (esposa de Paco) en medio de todos los agentes, la veo sufriendo tanto, le digo a mi mamá voy a ir con ella, a ver qué puedo hacer por Patricia, por lo menos decirle aquí estoy».
“Al hacer eso me fue como en feria, me esculcaron, tuvo el descaro un miembro del Ministerio Público de preguntarme si había tenido relaciones sexuales con Paco Stanley. También me preguntó si Paco nos daba coca. No, a mí no me daba yo me la compraba y a veces yo le daba y otras veces él me daba. Por eso le dicen perico porque lo sacan y vuela, hay que compartirlo, sino no sabe. Irte a dar un pase solo al baño no tiene chiste, tienes que irte cotorreando con otro güey para que tenga sabor el pasesín”, comentó.
Por otra parte, platicó de los años que lleva sin ninguna sustancia en el cuerpo, mismas que le costó dejar, pero que por cuestiones graves de salud tuvo que hacerlo de forma obligatoria.
“He sido de todo y sin medida. Afortunadamente el minuto que cambió mi vida fue un día que me enfermé, tomándome un café y fumándome un cigarro, cuando la vi tan cerca dije ya. De la cocaína fácil ya seis años, del alcohol más, desde antes que muriera Paco yo ya había dejado el alcohol, porque con mi amigo se chupaba, ahí se tragaba coñac en cantidades industriales y me creció el hígado dos puntos. Tuve que dejar el alcohol y eso me alejó un poco de Paco porque de las fiestas ya me iba antes”, añadió.
Los vínculos de Paco Stanley con el narcotráfico
Era la mañana del 7 de junio de 1999, Paco Stanley, Mario Bezares, Paola Durante y Jorge Gil salían de la taquería “El Charco de las Ranas” donde habían acudido a desayunar. Los cuatro salían del lugar, cuando Mario recibió una llamada, se separó del grupo, luego acudió al baño, quedándose atrás.
Stanley y Gil, junto con sus escoltas, se adelantaron y abordaron la camioneta en la que viajaban esperando el regreso de Mario Bezares, cuando un hombre vestido de traje se acercó al vehículo y con metralleta en mano disparó contra ellos.
Tras el ataque, el sujeto corrió a un automóvil que lo esperaba y huyó del lugar. Paco recibió cuatro disparos en la cabeza, Gil uno en la pierna; el conductor falleció casi de inmediato, el periodista solo fue herido, no de gravedad.
Tres personas más fueron alcanzadas por las balas –quien murió–, un agente de seguros, su esposa y un acomodador de vehículos, quienes se encontraban cerca de la escena.
¿Quién había estado detrás del asesinato de uno de los conductores de televisión más exitosos?
Desde un principio se especuló del narcotráfico, siendo incluso una de las principales líneas de investigación en el caso.
Más, cuando el entonces titular de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX), Samuel del Villar, aseguró que el asesinato fue perpetrado por “sicarios profesionales”.
Las investigaciones de las autoridades rondaban tres hipótesis: Stanley posiblemente distribuía droga en el medio artístico, lavaba dinero del narcotráfico en algún negocio o era prestanombres de algún capo criminal.
Las drogas eran una constante en el caso. En la bolsa del pantalón de Stanley encontraron cinco gramos de cocaína, en su vehículo hallaron un molino que sirve para triturar dicha droga.
Además, según el expediente del caso dado a conocer por el periodista Ricardo Ravelo y publicado en la Revista Proceso, Paco Stanley era un adicto a la cocaína.
Un profundo examen realizado por la Dirección de Servicios Periciales de la procuraduría capitalina lo demostraba, la pista: una perforación en el tabique nasal de Paco Stanley de entre tres y cuatro milímetros, consecuencia de su adicción.
Benito Castro, amigo cercano a Stanley Y Bezares, en su declaración ante las autoridades también refirió que ambos conductores de drogaban con cocaína.
Bezares, quien rechazó siempre la adicción a las drogas de ambos, también salió positivo para cocaína en el examen toxicológico que se le realizó.
Fue entonces cuando la PGJCDMX detuvo a Mario Bezares y a Paola Durante como sospechosos de la muerte de Paco Stanley, siendo deudas del narcotráfico la principal línea de investigación.
La procuraduría capitalina basaba sus señalamientos en declaraciones de Luis Valencia, cocinero del narcotraficante Luis Ignacio Amezcua, líder del hoy extinto cártel de Colima.
Valencia aseguraba que Amezcua, desde prisión ordenó a Erasmo Pérez Garnica, alias “El Cholo”, el asesinato de Paco debido a deudas con el narcotráfico, a este sicario, Bezares y Durante le ayudaron a planear el asesinato.
La oportuna llamada, así como la ida al Baño, de Bezares había sido intencionales para dar el tiempo necesario y que el asesinato de Stanley se consumara.
El autor material del asesinato, dijo Luis Valencia, era Pérez Garnica, mientras que los intelectuales eran el conductor, la modelo y el narcotraficante. “El Cholo” también fue detenido.
Sin embargo, el caso de le cayó a la PJGCDMX, por falta de pruebas todos fueron liberados.
La entonces Procuraduría General de la República (PGR) no atrajo el caso, pero realizó sus propias investigaciones.
Sus indagatorias arrojaron que Paco Stanley estaba abiertamente vinculado con Amado Carrillo, “El Señor de Los Cielos”, líder del cártel de Juárez, quien había fallecido dos años antes del asesinato del conductor de televisión.
Jaime Olvera Olvera, guardaespaldas de Carrillo Fuentes y testigo protegido de la PGR, relató que su organización suministraba de droga a Stanley.